Los cambios son procesos naturales que debemos afrontar desde que nacemos, aprender a caminar, hablar, reconocer nuestras manos y pies, el olor de nuestros padres, reconocer a nuestros familiares, enfrentarnos a nuestro destete o a la experiencia que representa el primer día en la guardería o en la escuela, cada evento o escenario representa un cambio cada vez mayor para nosotros lo cual reta nuestra capacidad de adaptación.
Pero gracias a que los padres cuentan con la experiencia de los abuelos y el apoyo de los pediatras cada vez se hace más natural para los padres e hijos afrontar dichos cambios. En esta primera etapa son nuestros padres quienes nos trasmiten la paciencia, valor y serenidad necesaria para afrontar los cambios que nos toca vivir.
La serenidad nos brinda bienestar y tranquilidad, lo cual hace que podamos concentrarnos en lo que hacemos sin perder de vista lo que sucede a nuestro alrededor. Nos permite enfocarnos a la vez que sostenemos una predisposición para la acción que nos brindará ver posibilidades donde otros pudieran ver amenazas. Cuando estamos serenos logramos pensar con lucidez antes de decidir, no nos afecta la ansiedad, el miedo, ni las preocupaciones que genera el futuro. Por el contrario la serenidad nos permite hacerle frente a cuadros de ansiedad que limitan nuestro accionar. También nos proporciona ese estado de Paz necesario que nos impide auto flagelarnos con experiencias infelices del pasado o atormentarnos con futuros catastróficos.
La serenidad nos permite disfrutar del aquí y el ahora lo cual abre la puerta al disfrute de la vida y de lo que ella trae consigo. En este estado comprendemos con todo nuestro ser que todo fluye y que somos parte de un todo que está conectado. Todo tiene su tiempo y su espacio por lo tanto los problemas no son eternos.
No significa que la serenidad nos hace quedarnos pasmados y no hacer nada, al contrario, nos hace actuar teniendo en cuenta que lo más importante es nuestro Bien-Estar y cuando ejecutamos las acciones requeridas, cada célula de nuestro cuerpo está llena de esta información. Por ello podemos identificar soluciones y oportunidades que serían imposibles de notar cuando estamos tomados por la ansiedad.
También nos permite tomar mejores decisiones, establecer prioridades, buscar alternativas y planear todo aquello que nos hará bien, en escenarios de incertidumbre, incluso en aquellos donde la juzgamos como absoluta.
Claves para encontrar la serenidad:
- Practica algún deporte, escucha música, toca algún instrumento musical, realiza yoga, meditación o ejercicios de respiración diariamente.
- Suelta y abandona los pensamientos negativos del pasado y los que genera el futuro, vive el presente.
- Entra en contacto con la naturaleza en cualquiera de sus formas, toma caminatas, observa el atardecer o adopta una mascota.
- Abandona tu ego. Abandona tus juicios de ti mismo y de otros.
- Ponte al servicio de otros desde tu más absoluta liviandad.
- No te quejes, actúa.
- Sonríe.
Te garantizo que aplicando estas claves podrás ver la vida y lo que te ocurre de una forma diferente.