Los Malos Hábitos tienen la capacidad de influir negativamente en el logro de los objetivos.
Por ejemplo, imaginemos que Jacinto tiene como objetivo personal adquirir una vivienda propia. Para poder ir al banco a solicitar un crédito hipotecario debe tener un porcentaje del valor del inmueble (Inicial o Pie). Pero eso del ahorro como que no se le da muy bien.
Siempre que empieza a juntar dinero surge alguna “necesidad impulsiva” de comprar “cosas” que “le obliga” a echar mano de los fondos ahorrados. Es por ello, que ese objetivo lo ha tenido que postergar una y otra vez. Por eso, cada vez que habla sobre el tema, solo atina a decir: “Quiero comprarme mi casa, pero soy muy malo para ahorrar”.
Por qué formamos hábitos
La ciencia nos dice que el cerebro siempre está buscando maneras de ahorrar energía para ser más eficiente, facilitando la creación de hábitos. Cuándo ejecutas una rutina, tu cerebro no “tiene” que analizar datos, identificar amenazas, ni tomar decisiones, solo se relaja y descansa. Es decir, la mayoría de nuestros hábitos los realizamos de forma automática. Pregúntate ¿Eres consciente de lo que haces cuando comes, caminas, te cepillas los dientes, hablas o conduces? ¿Recuerdas porqué comes de la manera que lo haces? ¿Por qué masticas a esa velocidad? o ¿Por qué tomas el tenedor de esa forma? Probablemente no. Este no saber hace más difícil que podamos cambiar los malos hábitos.
El ciclo de formación de hábitos:
Entonces, a cada hábito le subyace una creencia (consciente o inconsciente) que lo sustenta. Y tiene 3 componentes: Un estímulo, el hábito o rutina propiamente y el beneficio que recibimos por ejecutarlo. Estos 3 componentes varían de persona a persona.
Para poder cambiar un mal hábito es necesario conocer como se crea, en la siguiente imagen encontrarás el ciclo de formación de un hábito según Charles Duhigg:
Pasos para cambiar un Mal Hábito
El proceso de cambiar un hábito que nos impide lograr nuestras metas es una actividad “Consciente”. Su principal objetivo es reemplazar una rutina negativa que hacemos de forma “Inconsciente”. Los pasos para lograrlo son los siguientes:
- Selecciona: cuáles de tus objetivos no has cumplido a consecuencia de un Mal Hábito.
- Diagnostica: Descubre cuáles son los malos hábitos que te impiden alcanzar esos objetivos. Selecciona el más importante o el que tiene un impacto negativo superior en el logro de tus objetivos.
- Describe: cuál es el estímulo que lo provoca, detalla cuál es la rutina que realizas y el beneficio a corto plazo que recibes hoy.
- Diseña: Crea cuál será la nueva rutina que realizarás, de ahora en adelante, cuándo te enfrentes al mismo estímulo que dispara el Mal Hábito. Haz una descripción detallada.
- Recompénsate y asume el compromiso: Cada vez que logres realizar la nueva rutina (buen hábito) en lugar de la anterior (mal hábito) debes darte un obsequio. Algo no monetario, como por ejemplo, una felicitación o un reconocimiento. Al hacerlo, estarás reemplazando la recompensa a corto plazo del mal hábito. Es fundamental mantener el compromiso de ejecutar la nueva rutina y reconocerte hasta que la nueva rutina está instalada en ti. Una vez que lo logres tu cerebro lo hará de forma automática.

Con estos 5 pasos podrás, de una vez por todas, deshacerte de esos malos hábitos que te han impedido lograr esos objetivos que tanto deseas. Ahora que sabes cómo hacerlo solo te toca tener disciplina para conseguirlo. Si quieres aprender más sobre cómo aprender a lograr objetivos, te recomiendo el curso: Principios de Accountability para la mejora del desempeño y los resultados.
En el próximo post te contaré porqué la disciplina es la autopista al logro de objetivos.
Un abrazo,
@luisdavilacoach